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EL GRAN FRAUDE MILLONARIO DE UNA RELIGIÓN INVENTADA “LOS TESTIGOS DE JEHOVA”

Foto del escritor: Laurentino Martín VillaLaurentino Martín Villa

Los Testigos de Jehová. Sus falsas profecías. Su vergonzosa historia.


Hace mucho que no escribo motivado por mi dedicación a mi vida familiar y lógicamente a mi trabajo. Espero que eso no haya generado desinterés en aquellas personas que gustaban de leer mis notas. Así que, después de pedir disculpas, volveré donde lo dejamos

"LOS TESTIGOS DE JEHOVA": Tras ese bonito nombre se esconde una de las organizaciones religiosas sectarias más duras y traumáticas que una persona pueda padecer. Los castigos a los que someten a las víctimas que caen en sus fauces, muchas veces niños, antes de que tengan criterio propio para decidir por sí mismos, incluyen la ruptura familiar completa como podrán comprobar en los siguientes informes y testimonios reales de algunas de sus víctimas que publicaré en trabajos de investigación que estamos realizando.


¿Qué le pasa al cerebro humano cuando entra dentro de este macabro grupo?

Pero como todo, primero debemos saber cuándo y quién fundó esta secta algo que la mayoría de los seguidores testigos de Jehová no saben porque les tienen prohibido estudiar y ampliar el conocimiento, (Curiosa forma de predicar la palabra de dios, crees porque te lo digo yo y punto, cuanto más burro mejor para dios ¿?) y que seguro que si quisieran informarse pues es historia al alcance de todos, saldrían escandalizados de esta burda mentira para tontos.



Todo comenzó en Pensilvania a comienzos de 1870 cuando un jovencito de 18 años de

edad de nombre Charles Taze Russell (Foto izquierda) vino a estar bajo la influencia de un predicador adventista del séptimo día. Russell comenzó a realizar sus propias clases bíblicas. Un pequeño grupo que finalmente crecería y se convertiría en la sociedad “Watch Tower Bible & Tract Society”.




Tomado directamente de las especulaciones proféticas de un adventista Neoyorquino del 7mo día de Nombre Nelson Barbour, Russell (a la derecha) afirmaba que en 1799 había comenzado el tiempo del fin, y que en 1874 Cristo había retornado en forma invisible y 1914 sería el fin del mundo. En 1879, cuando Russell tenía apenas 27 años de edad, estaba tan apasionadamente convencido que estas fechas habían sido dadas a él por Dios, que vendió su próspero negocio de ropa y se dirigió para otro nuevo rumbo en su vida.

(No te pierdas la vida de este señor que no Cristo para enterarte que persona real era. (próximo reportaje) ¡Escandaloso!

Con muy poca educación y conocimientos Teológicos, Russell comenzó a escribir y a imprimir su revista “Zion´s Watch Tower”, el Heraldo de la presencia de Cristo. Conocido hoy en día como “La Atalaya” que comenzó inicialmente con 6000 copias ha llegado a 288 millones de ejemplares anualmente. Dicta todas las doctrinas más importantes a los Testigos de Jehová alrededor del mundo. Durante su vida Russell escribió una vasta serie de libros, incluyendo una serie de volúmenes titulados: “Estudios de las Escrituras”. Según Russell, nadie podía entender las escrituras sin estos libros; y leer la biblia sin sus libros llevaría al lector a la oscuridad espiritual.


Una de las enseñanzas de Russell era que las pirámides de Egipto habían sido diseñadas y puestas allí por Dios como segundo Testigo siguiente a la biblia. Sería un instrumento para revelar su gran plan de edades para la humanidad. Sus medidas indican la duración de un año, el peso de la tierra y la distancia al sol, etc. Russell creía que sus fechas y cronologías se confirmaban con las mediciones de los pasajes internos de la gran pirámide de Gizah. De acuerdo a Russell, los pasajes verificaban a 1914 como el año en que el mundo terminaría.


Finalmente 1914 llegó, y pasó… Y Russell y sus seguidores no fueron llevados fuera de la tierra y el fin no había llegado. John Night, quien en ese entonces tenía apenas 15 años de edad, recuerda lo que vino después: “Cuando pasó 1914 tuvimos que cambiar nuestros puntos de vista, tal como tuvimos que volver a hacer algunos años después…” La fecha de 1914 fue cambiada… para el siguiente año de 1915… Luego, para 1918. Ciertamente, el Armagedón estaba a la vuelta de la esquina… Pero en 1916 Charles Taze Russell fallece, enfermo, preocupado y desilusionado. Una pirámide maciza yace al lado de su tumba como un triste recordatorio de sus falsas profecías del Armagedón (1914, 1915, 1918).


A través de manipulaciones políticas, un abogado de Missouri llamado José Franklin Rutherford, quien se había puesto él mismo el título de Juez, llegó a ser el 2do presidente de la sociedad “Watch Tower Bible & Tract Society”, en 1917. En 1918, el Juez Rutherford, ya electo, escribió su libro: “Millones que hoy viven jamás morirán”, fue el comienzo de un esfuerzo mundial para reclutar gente, la campaña de los “Millones” … Sin mucha sorpresa Rutherford proclamó la pronta destrucción del presente mundo y que sucedería pronto, nada menos para 1925.


Basados en las promesas de la divina palabra, podemos llegar a la positiva e indisputable conclusión de que “millones que hoy viven jamás morirán”.







Para hacernos una idea de quién era este señor y cómo pensaba, en el lado derecho les dejo el reportaje que editó “Las mujeres son sólo una pila de huesos y un mechón de pelo." (La Atalaya 15 de septiembre 1941 página 287)


En 1920 el libro “millones” fue publicado y en él Rutherford aseguraba que los antiguas patriaras Abraham, Isaac, Jacob, David, etc., iban a resucitar para 1925 para gobernar conjuntamente como príncipes en el nuevo paraíso terrenal. Los testigos de Jehová estaban convencidos que la profecía de Rutherford era verdad. Muchos testigos vendieron sus casas y negocios y tomaron el camino, viviendo en autos y camiones como ambulantes e indigentes y diseminando la advertencia por todas partes de un Armagedón a puertas para 1925. A medida que 1925 se acercaba, algunos agricultores se negaron a sembrar sus campos porque ellos creían que el fin estaba cerca. Finalmente, llegó 1925 y al igual que en 1914 con Russell, nada sucedió. Otra vez más, las profecías de la Watch Tower probaron ser falsas.


Así como Russell, Rutherford se aferró a su historia de que el fin estaba a la vuelta de la esquina. En 1929, Rutherford se hizo construir esta mansión palaciega.


Estaba destinada para Abraham, Isaac y Jacob, para que estos insignes hombres tuvieran un lugar adonde vivir para cuando resucitaran. Esta mansión estaba ubicada en un exclusivo distrito de San Diego, California, y se le dio el nombre de Beth Sarim, palabra hebrea que significa: “Casa de los Príncipes”. El mundo entró en la depresión de los años 30, pero Rutherford vivía como un millonario gastando el dinero de los Testigos y viviendo en Beth Sarim y veraneando en Europa. Mientras los americanos sufrían de miseria por la depresión de los años 30, Rutherford gozaba del uso de dos Cadillacs de 16 cilindros cada uno.


Bajo Rutherford, la watchtower se convirtió en un pozo de petróleo, nuevos libros, literatura y tratados salieron como una inundación para ser vendidos de puerta en puerta por los fieles Testigos de Jehová. Instó a sus seguidores a dedicarse por completo a la obra del Señor. Instó a las jóvenes parejas a no casarse y que pusieran sus energías en proclamar el Reino. Inclusive fonógrafos portátiles fueron usados en la predicación casa por casa. Alrededor del mundo, los Testigos se paraban frente a las Iglesias los domingos en la mañana con carteles acusándolos de ser una trampa y un fraude.


Con el tiempo, la Sociedad se hizo construir su propia estación de radio y para 1933 había 403 estaciones en toda la nación, atacando duramente y sin misericordia al clero, políticos y comerciantes que él tildaba de ambiciosos. Tanto en la radio como en impresos seguía insistiendo que el fin del mundo estaba a solo unos meses por delante.

El fin llegó, pero sólo para Rutherford. En 1942 él murió en su gran Mansión de Beth Sarim. La casa que él se construyó como testimonio lujoso en nombre de Dios.


En retrospectiva, quizás el único testimonio que significó su lujosa Mansión fue el valor en efectivo de su falsa profecía de 1925.


En 1948, la sociedad Watchtower vendió la propiedad silenciosamente para no dejar rastro de este vergonzoso capítulo de su historia.



Hoy, los modernos Testigos de Jehová no tienen ni idea que alguna vez existiera Beth Sarim. Con la muerte de Rutherford, la era de las personalidades carismáticas, también acabó. Hoy, alimentados por la ansiedad de una era nuclear, la watchtower es una corporación multinacional gigante que va esparciendo un mensaje de ruina a cada rincón del planeta.

Respaldando, entre Dios y millones de Testigos de Jehová, se encuentra un grupo autocrático de asesores que se hacen llamar: “El cuerpo gobernante”, debido a que los Testigos de Jehová creen que esta es la única élite que Jehová usa de canal para dar su alimento espiritual. Este grupo gobierna con autoridad indiscutible.



Todo testigo de Jehová está sometido a su dictadura.


Video: https://youtu.be/KTVEueIuFfk







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